Los recintos limpios son ambientes especializados diseñados para controlar el nivel de partículas aerotransportadas, de temperatura, de humedad, y de otros factores ambientales que puedan afectar la calidad de productos o de procesos. Son ampliamente utilizados en industrias tales como microelectrónicas, productos farmacéuticos, biotecnología, espacio aéreo, y aparatos médicos, así como en laboratorios de la investigación y desarrollo. Los recintos limpios ayudan a asegurarse de que los productos están fabricados a los estándares más altos posible, con riesgo mínimo a la salud humana y al ambiente.

Los recintos limpios se dirigen para minimizar la introducción, la generación, y la retención de las partículas aerotransportadas, que pueden ser perjudiciales a la calidad de productos. Esto se alcanza con una combinación de controles del medio ambiente, tales como el uso de los filtros de HEPA (aire de partículas de gran eficacia), los bolsas de aire, y presión positiva, y los procedimientos de mantenimiento estrictos. Los recintos limpios se clasifican típicamente según el tamaño y el número de partículas por el metro cúbico permitido en el ambiente.

Para utilizar eficazmente recintos limpios, es importante entender sus características únicas, así como sus limitaciones. En este artículo, exploraremos los diversos aspectos de recintos limpios, incluyendo su aplicabilidad, características, uso, y mantenimiento.